“¿Ya están todos?”
“Me parece que si”
El bullicio de la aglomerada población era lo único que se
dejaba escuchar en aquella reunión de emergencia que habían convocado los reyes
a cada una de sus gentes.
Los demonios en el inframundo, los ángeles en el cielo, los espíritus
en el mundo que les pertenecía y el gremio escuchando lo que estos tenían que
decir, todos estarían al tanto de aquella reunión donde se mostraban las
figuras de los 3 mandatarios en holograma y solo los del consejo podían verlos
en persona a tiempo real.
-Iré directo al grano- La mayor de los tres fue la primera
en tomar la palabra, ignorando las miradas iracundas de aquellos vejestorios
que seguían en la arraigada idea del secreto corrupto y los falsos avisos de
una paz inexistente. –Se ha sufrido de una ola de indiscriminado crimen a la
población, muchos de ustedes lo han pasado por alto o simplemente se han
encontrado en la imposible situación de poder alzar la voz. El problema está
aumentando al punto de que estos asesinos que siguen sueltos, están dejando de
cometer crímenes de baja categoría, están subiendo de asaltos aleatorios a
robos diarios, de agresión ligera a homicidio e incluso se prestan a acciones que recaen en la repugnante deprava. Nuestro
mayor problema es que sufran las consecuencias de esta vista gorda, si alguno
tiene alguna información de estos delincuentes homicidas no dude en informar de
inmediato o pedir ayuda, repito, NO se les debe hacer frente a ninguno de
ellos. Sé que muchos de ustedes desean tomar justicia a mano propia, pero no es
lo correcto. ¿Arriesgaran su vida por algo como la venganza?- Hubo más de un
grito que iba en contra de aquel discurso que profanaba aquella gobernante de
hebras, por supuesto que iban a haber personas en contra, nunca faltaban.
>> ¿Por qué no habían dicho nada hasta ahora?
>> ¿Cómo sabemos que no estamos más graves de lo que
dicen?
>> ¿A caso podemos creer realmente en que el sistema
corrupto cambie de un día para otro?
>>Ustedes nunca entenderían el dolor de perder a
alguien
>> ¡Púdranse!
-Mantengan la calma- Esta vez la siguiente al habla fue la
gobernante de los cielos quien se atrevía a fruncir el ceño tras haber escuchado
aún más de una queja. Manteniéndose firme y dejando ese ligero escalofrío que
de primera cuenta le molestaba al inicio de aquella asamblea, llenándose de esa
seguridad que la situación le exigía y sin temor alguno al actuar que podría
tomar el consejo. Porque sabía que podía contar con Gabriel que estaba a unos
pasos y lejos de ser proyectado. –Comprendo
las razones de su descontento más no llegaremos a ningún lado si no nos centramos
en dar críticas en lugar de criticar algo que fácilmente puede cambiarse a base
de las acciones de cada uno. Si bien no podemos ganarnos su confianza de un día
a otro, lo que estamos hablando es sobre su seguridad y el como la buscamos por
sobre su credibilidad. La desconfianza es un defecto que no podemos corregirles
de inmediato pero ¿Van a dejar que eso les perjudique a ustedes? A sus vecinos,
amigos, familiares. No, si no pueden contar con nosotros entonces apóyense de
las personas más cercanas, hagan ese esfuerzo por ellos- Palabras amables que
parecían acoger las almas heridas y asustadas, eran humildes a pesar de la
seguridad de su porte o la firmeza de sus propias intenciones. Delailah solo
podía pensar que le parecía increíble y que se sentía orgullosa, de ese enorme
paso que Alexiel había dado al arriesgarse a confrontarse con más de un mundo
luego de haber pasado casi gran parte de su vida bajo un techo demasiado
protector, admiraba ese lado de ella y se aguantaba las ganas de lanzarse a
abrazarla con ese orgullo y cariño que le provocaba.
>> ¡ES FÁCIL DECIRLO PARA UN ESTÚPIDO ÁNGEL!
El silenció que embargó la sala fue aterrador ante el grito
de un demonio que parecía sobre ponerse a la corriente, un hombre que se
encontraba alzando el brazo para llamar la atención y mirando solo la figura de
aquella reina que no se inmutaba a pesar del insulto
>> ¡¿CREEN QUE TODO SE ARREGLARA CON SUS MALDITAS
SONRISAS QUE ATRAERAN A LOS ENEMIGOS?! ¡LO QUE NECESITAMOS ES ACCIÓN!
¡NECESITAMOS QUE ALGUIEN HAGA ALGO CONTRA ESA GENTE QUE ANDA SUELTA MATANDO SIN
CONTROL!
-Jiro- Binzuru llamo a su subordinado que estaba cerca de
aquel rebelde, metiéndose entre la multitud para poder sacarlo de ella y dejar
que los demás demonios pudieran verlo.

-Hay algo que deben aprender, y es que las cosas no
funcionan igual en los mundos que gobernamos- Le soltó con frialdad aquel
albino que le dio la señal a Jiro para que procediera a bajar la hoja al rojo
vivo y por sobre los gritos cortara aquella lengua desagradable. Lanzándola
directo a dos perros que estaban cerca de allí e ignorando al hombre que se
tapaba la boca mientras lloriqueaba. -En el inframundo manejamos la desobediencia diferente...la desobediencia y la sublevación- Y Binzuru no pudo evitar dejarle un ligero tono de advertencia, una de que no volviera a cuestionar sus acciones o intentar decirle que hacer.

Las quejas que habían estado surgiendo contra ellos se
detuvieron al tener como foco de odio al demonio que ahora los veía con la
misma frialdad. Pasando del odio a los nervios y algunos cayendo en el miedo de
que fueran a ser los siguientes.
Los avisos continuaron en su ausencia, dejando de lado los
conflictos sociales que generaba el hecho de tener que calmar a la gente sin
contarles el factor de haber sufrido más de una baja y que Whën se encontraba
internada tras una lesión desconocida que parecía alentar su corazón cada dos horas
y no la dejaba despertar. Porque no podían estar contando sus penurias a toda
esa gente que podían estar en contra o a favor de ellos.
Quizá eso era lo único que podían hacer en ese momento, no
confiar demasiado en cualquiera.
-¿Qué quieres Jiro? Habla rápido que debo regresar a la
asamblea- Lo apuro mientras buscaba uno de sus habanos que le servían para
calmar un poco su ira y saborear ese amargo toque que dejaba en su lengua.
Notando que era raro ver a su sirviente con esa expresión de incomodidad que
parecía no dejarlo hablar de manera ordenada. –Directo al grano
-..Es Tsubasa
Bien, eso era suficiente para llamar la atención del rey
demonio que parecía querer escupir su cigarro para darle su total atención.
-¿Qué?
-….Am...Hace unos minutos rompió fuentes
-Maldita sea Jiro, haberlo dicho antes- Y no tardo en
ponerse en marcha para ver a su esposa. Podían considerarlo un mal gobernante
pero le valía una reverenda hectárea de mierda, su pareja estaba dando a luz y
no iba a perderse eso por nada del mundo -¡Vigila en mi ausencia!- Le ordenó
sin detenerse a regresar la mirada a donde estaba el rubio algo confundido pero
iguala aceptaba sin rechistar aquella orden que se le había dado.
Entre confusiones, contradicciones y amenazas; ninguno se
daba cuenta de que había una pareja en problemas, de que un ángel y un demonio
que se refugiaban en la seguridad de su hogar, eran los próximos blancos para
una morbosa obra de arte.
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