A little thing

Las entradas con título como este, contendrán fragmentos de lo que venga a mi cabeza de mis personajes. No son como tal tramas elaboradas y van más enfocadas a poner una escena Random en donde se demuestra como este se desenvuelve y explicar un poco algunas cosas <3

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-Bienvenidos- Recibió con una sonrisa aquellos clientes que avanzaban con paso afable hacia la mesa. Ofreciéndoles el menu, el especial del día y una que otra sugerencia antes de tomar su orden. 

¿Quien era aquel joven de cabello morocho y ojos azules? Su nombre era Ryousei, tercer hijo del Rey de los vampiros y el menor de los varones. 

El no tenía la meta de fingir seriedad y dignidad que un príncipe debería portar. Seito era genial en su inhibición de cualquier emoción que pudiera presentar una debilidad en público, pero no era el mismo caso para el. 

Tampoco ambicionaba algún puesto importante como Yamato..No, el estaba conforme con tener una vida pacífica con sus seres queridos. 

-En seguida- De allí podemos verlo trotando a la cocina, arreglándose el delantal y sombrero de cocinero. Jugando con el afilador y el cuchillo antes de comenzar a cortar el filete, a quitarle la grasa y poder condimentarlo a su proceso. 

A Ryousei no le costó trabajo que sus padres aprobarán su "plan de vida" como tal. El quería fundar su propia cadena de restaurantes, dedicarse a su propio negocio sin la ayuda económica o social de su padre o cualquier otra conexión que pudiera brindarle..Nada. Por ahora el se encontraba contento de poder hacer lo que más le gustaba, para las personas que quería. 

Eso era más que suficiente. 

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-Ryou~- El de hebras oscuras no tardo en voltear cuando escucho su nombre, preguntándose que era tan importante como para que su compañera de trabajo le interrumpiera la rutina. 

-¿Mande?- Distraído era la palabra perfecta en que podía definirsele. Podía llegar a confundirse su indiferencia con gestos arrogantes u burlones. 

Por eso ella decidió esforzarse aún más, acortando la distancia entre ellos, inclinando su cuerpo de forma provocadora y sonriéndole de manera coqueta para que entendiera a que iba, incluso se aventuró a llegar un poco más lejos cuando se acerco lo suficiente como para que su cuerpo casi rozara con el de el. 

-Hay unas recetas que no entiendo..Crees poder quedarte un rato aunque sea? Me sería de gran ayuda que me dieras...no se..¿Consejos particulares- 

-Si? Todas las receta que tenemos son semejantes entre si. No se porque no las recordarías- 

-Bueno..- No parecía darse por vencida al acercarse al punto de ya tocar su cuerpo -La verdad es una excusa para estar contigo, lo que realmente quiero decirte es otra cosa-

-Ahorita estas conmigo, y podemos hablar mientras tenemos el descanso. -

-Buen punto, bueno...mira, tu me gustas-

-¿En serio? Owww, a mi también me gusta hablar contigo Sofy~ eres muy agradable..Aunque podrías darme algo de espacio? Pesas- ¿La había rechazado, quitado y ofendido? Ella podía tomarlo de esa forma cuando las acciones del morocho fueron más simples de lo que ella creía: El pensaba que física y lógicamente, era imposible que alguien pudiera sentir atracción por el, por lo demás era demasiado sincero y malo para interpretar de forma correcta, a lo que la gente se refería. 

-¡¿Me estas diciendo gorda?!- 

-Nunca dije eso, pero podrías interpretarlo de esa forma. Tienes una alimentación poco balanceada y...- Sus palabras quedaron ahogadas en sus labios al recibir tremenda cachetada de su parte. 

-¡Eres un idiota!- 

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Y ese era otro de los días normales de Ryousei, quien ahora se encontraba confundido por la agresión y caminaba con el paraguas protegiendo su figura de la lluvia. Deteniéndose sólo para ver de reojo a una pareja que se besaba bajo aquella lluvia invernal.

Esa era quizá, una de sus tantas fallas (sólo que estaba consciente de esta) 

No poder decirle a la persona amada sus verdaderos sentimientos . . Si, sin duda era algo más que fastidioso en el.